lunes, 8 de septiembre de 2008

"Piense positivo..."


"Piense positivo..."
Al detenerse a mirar lo que tiene por delante, cada persona es tentada a preocuparse y
atemorizarse por las cosas que puedan ocurrir negativamente en su vida. Nuestras
emociones responden a nuestros pensamientos; es decir, sentimos lo que nuestros
pensamientos nos dicen que sintamos. Es por eso que muchas veces nos sentimos
atemorizados, tristes e inseguros, porque en nuestra mente sólo pensamos en que las cosas
van a estar mal, que los planes no van a salir como queremos, que vamos a fracasar en los
intentos por lograr cosas, etc. Usted no puede vivir cada día sólo pensando en las cosas en las
que ha fallado, en las decisiones malas que ha tomado, en las personas que le han fallado y
que le han lastimado, en las oportunidades que ha perdido, o en los errores que ha cometido.
Usted, al detenerse a meditar acerca de lo que va a ser su futuro, tiene que soltar
definitivamente el pasado que le ha lastimado y permitirse meditar en que Dios tiene un futuro
bueno para usted. Siempre aconsejo a las personas a no desperdiciar el poco tiempo que
tenemos lastimándose por las cosas que ocurrieron en su pasado y que ya no tienen remedio.
Dios tiene un gran futuro para usted. Comience a vivir con una mentalidad de favorecido y
medite sobre la promesa de Dios ha hecho de tomar esta situación por la que puede estar
atravesando y cambiarla para su bien, pues como dicen las Sagradas Escrituras: “Todo obra
para el bien de aquellos que aman al Señor”
(Romanos 8, 28).

Si. Dios ha prometido tomar las cosas que nos están sucediendo o que nos
han sucedido y que nos han lastimado y cambiarlas para nuestro bien. Probablemente las
situaciones por las que talvez usted esté pasando, no son situaciones que se arreglarán a la
ligera ni de inmediato; pero más allá de nuestro alcance y de nuestros recursos, está el
alcance y los recursos de nuestro Dios que son ilimitados.
Medite sobre el hecho de que El ha prometido pelear por usted, que en la Palabra de Dios hay
una promesa que declara que ningún arma forjada contra usted prosperará. Recuerde que lo
que usted no puede hacer, Dios lo puede hacer y El le ha dicho que le ama. Todo dependerá
de nuestra capacidad de creer en sus promesas, nuestra capacidad de dar la batalla y de las
decisiones que tendremos que estar tomando a cada momento, y cada decisión dependerá de
la clase de pensamientos que tengamos en nuestra mente. Usted no puede evitar que los
pensamientos negativos y dolorosos toquen a su puerta, pero si puede decidir si les abre para
que entren o si les impide la entrada y mantiene su mente enfocada en las cosas buenas que

Dios ha prometido que le pasarán si usted se mantiene firme en la fe.
Es posible que en el pasado haya tenido
contratiempos, que las cosas no le hayan salido como las planeó, que algunas personas le
hayan traicionado y lastimado, pero mientras una persona tenga fe, Dios estará de su lado y
con El no hay camino sin salida. Cuando se le ha cerrado una puerta, Dios siempre tendrá siete
puertas más grandes abiertas para usted, pero usted tiene que hacer su parte y mantener su
corazón y su mente en completa paz, confiada y llena de esperanza. Recuerde que siempre es
bueno no tener todo lo que queremos, pues de esta manera se mantiene viva la capacidad de
esperar en Dios.
Los reveces o contratiempos siempre estarán ahí, sólo desaparecerán el día en que ya no
estemos en esta vida. Pero lo importante no son los contratiempos o fracasos sino nuestra
actitud hacia ellos. La
Palabra de Dios nos narra: “Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos
pescado nada; pero porque tú lo dices, echaré las redes de nuevo. Y, haciéndolo así,
pescaron una gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban con
romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su
ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían”
(Lucas 5, 5-7)


Usted no está acabado(a). Usted apenas está
empezando a descubrir un mundo de oportunidades que Dios tiene para usted. Sólo rechace
todo pensamiento negativo, doloroso, triste y destructivo y tire esa red de nuevo en el nombre
de Jesús.
Recuerde que usted es su propio doctor cuando se trata de curar el temor, el enojo, la
amargura y la tristeza.
Comience a vivir con una mentalidad de favorecido y medite sobre la promesa de Dios
ha hecho de tomar esta situación por la que puede estar atravesando y cambiarla para
su bien.
Recuerda, Dios te bendiga grandemente y adelante con JesuCristo...!!!.

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