domingo, 12 de abril de 2009

La Resurrección no ocurrió un Domingo...



La Resurrección no ocurrió un Domingo.

¿Estuvo Jesús en el sepulcro tres días y tres noches como El mismo lo predijo en Mateo 12:40"?

¿Se pueden contar tres días y tres noches entre el "Viernes Santo" y el "Domingo de Resurrección"?

Es casi universalmente aceptado que Jesucristo fue crucificado un viernes y que resucitó de entre los muertos el Domingo de Resurrección a la salida del sol.

Entre los que profesan ser cristianos a casi nadie se le ha ocurrido poner en tela de juicio la tradición del "Viernes Santo" y del "Domingo de Resurrección" ni a comprobar su veracidad. Sin embargo, la Biblia dice que debemos examinarlo todo (1 Tesalonicenses 5:21). Usted quedará sorprendido al ver un análisis detallado de este asunto.

La prueba se halla en una sola autoridad confiable, en una sola fuente histórica: la Biblia.

La Señal

No hubo testigos oculares de la resurrección. Ni siquiera los llamados, "padres apostólicos" tuvieron más fuente de información que los documentos que están a nuestra disposición hoy; la revelación bíblica. Por consiguiente, cualquier tradición que no esté de acuerdo con la revelación de Dios, debe ser descartada.



¿Cuáles son los hecho.?

Los incrédulos fariseos le pedían a Jesús que les diera una señal, una prueba sobrenatural de su mesiaszgo.

Jesús contestó: "La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches" (Mateo 12:39-40).

¡Ahora consideremos la tremenda importancia y el preponderante significado de tan singular declaración!

Jesús indicó con toda franqueza que la única señal que daría para probar que era el Mesías seria su permanencia de tres días y tres noches en el sepulcro, en "el corazón de la tierra".

La Evidencia

Estos fariseos, quienes se negaban a reconocer a Cristo como el Mesías, exigían una prueba. Jesús les ofreció sólo una y ella no era el hecho de la resurrección en sino la duración del tiempo que Él habría de permanecer en el sepulcro antes de ser resucitado.

¡Reflexionemos en lo que esto significa! Jesús, basó su derecho a ser nuestro Salvador en la promesa de permanecer exactamente tres días y tres noches en el sepulcro. Si Él estuvo exactamente tres días y tres noches en la tumba, entonces es el Salvador, mas si dejó de cumplir su señal ¡debe ser rechazado como impostor!

No es de extrañar que Satanás haya inducido a los incrédulos a burlarse de la narración de Jonás y el gran pez ni que haya establecido una tradición que niega que Jesús es el Mesías.

Tres Días y Tres Noches

La definicion que da la Santa Biblia con respecto a la duración de "los días y las noches" es muy sencilla. Aun estos mismos criticos reconocen que en hebreo, lengua en que el libro de Jonás fue escrito, la expresión "tres días y tres noches" quiere decir un periodo de 72 horas, es decir, tres días de 12 horas y tres noches de 12 horas.

Leamos Jonás 1:17 "Estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches". Ese, segun reconocen los mismos críticos, fue un periodo de 72 horas. Y Jesús dijo claramente que como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, ¡así Él estaría en el sepulcro el mismo espacio de tiempo!

Jonás estuvo en el "sepulcro" durante 72 horas, después de las cuales fue vomitado o "resucitado" sobrenaturalmente por Dios para venir a ser el "salvador" de los habitantes de Nínive al proclamarles la advertencia divina. De la misma manera, ¡Jesús permaneció 72 horas en el sepulcro y luego fue resucitado por Dios para ser el Salvador del mundo!

¿Sabía Jesús cuánto tiempo había en un "día" y "noche"? Texto tras texto nos dice que Jesús resucitó al tercer día. Veamos cómo la Santa Biblia define este período.

En Génesis 1:4 y 5 leemos "Separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde [oscuridad] y la mañana [luz] un día [el primer día]". El versículo 8 dice: "Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde [oscuridad] y la mañana [luz] el día segundo". En el versículo 13 del mismo capitulo leemos: "Y fue la tarde [ahora tres periodos de oscuridad llamados noche, tres noches] y la mañana [ahora tres períodos de luz llamados día, tres días] el día tercero".

Después de tres Días

¿Qué hay de erróneo en estas palabras claras y simples de Jesús? ¿Cómo sabe la alta crítica, sabia y prudente, que Él fue crucificado el "Viernes Santo" y que volvió a la vida el "Domingo de Resurrección"?

La realidad es que no lo sabe ... porque es la verdad. No es más que tradición, una tradición que se nos ha enseñado desde la niñez y que hemos aceptado como cierta. No obstante, en Marcos 7:13 Jesús nos advierte que no invalidemos la Palabra de Dios con nuestrá tradición.

Hemos examinado dos testimonios bíblicos, en los libros de Mateo y Jonás, y ambos determinan que la duración del tiempo que el cuerpo de Jesús permaneció en la tumba fue de tres días y tres noches, lo que las Escrituras definen claramente como 72 horas. Ahora, pasemos a analizar otros cuatro test testimonios biblicos que prueban lo mismo.

Observemos lo que dice Marcos 8:31: "Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar DESPUÉS de tres días.

Hasta un niño puede calcular esto, Si Jesús hubiera muerto un viernes y resucitado después de un día, la resurrección habria ocurrido el sábado por la tarde, y si después de dos días, ésta habría acontecido la tarde del domingo, y si después de tres días, la tarde del lunes.

Examinemos este texto cuidadosamente. No podemos, por ningún proceso de aritmética, sumar nada menos, que un total de 72 horas - tres días y tres noches - en una resurrección que ocurrió tres días despúes de la crucifixión. Si Jesús permaneció en el sepulcro solamente desde el viernes a la puesta del sol hasta el domingo por la mañana, se nos presentan dos posibilidades: o este texto debe ser eliminado de la Biblia, ¡o bien tenemos que rechazar a Jesucristo como nuestro Salvador! Si Él resucitó después de tres días, pudieron haber pasado más de 72 horas, pero ni un segundo menos.

Ahora leamos Marcos 9:31: "... le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día". La duración aquí expresada tiene que ser entre 48 y 72 horas. Podría ser un segundo más de las 48 horas y aún así Jesús resucitará el tercer día; pero si sobrepasa las horas ya sería el cuarto día. Si el período se extendiera sólo desde el viernes a la puesta del sol hasta el domingo a la salida del sol, entonces consistiría de 36 horas solamente llevándonos a la mitad del segundo día posterior a la crucifixión.

En Mateo 27:63 leemos que los principales sacerdotes y los fariseos repitieron la declaración de Jesús: "Después de tres días resucitaré". Esto no tiene otra interpretación posible que 72 horas completas.

En Juan 2:19-21 leemos: "Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y EN tres días lo levantaré... Mas él hablaba del templo de su cuerpo". Para ser levantado en tres días después de ser destruído, o crucificado y enterrado, tendría que ser resucitado precisamente en 72 horas.

Si aceptamos todo el testimonio de la Biblia tenemos que llegar a la conclusión de que Jesús estuvo exactamente tres días y tres noches - tres días completos de 24 horas cada uno - o sea, 72 horas en el sepulcro. De otra manera, la única prueba sobrenatural que Él dió tiene que ser rechazada.

"Preparación" o Día antes del Sábado

Ahora notemos cuidadosamente lo siguiente: Para que fueran tres días y tres noches - 72 horas - los de su permanencia en el sepulcro, su resurrección tuvo que haber ocurrido tres días más tarde exactamente a la misma hora en que su cuerpo fue colocado en la tumba.

Es menester que comprendamos este importantísimo hecho.

¡Si podemos saber la hora en que fue sepultado, sabremos también la hora de la resurrección! Si el entierro, por ejemplo, hubiera ocurrido a la salida del sol, a fin de que el cuerpo quedara tres días y tres noches en la tumba la resurrección hubiera tenido que ocurrir también a la salida del sol tres días después. Si el sepelio fue a la puesta del sol, la resurrección ocurrió tres días más tarde al ponerse el sol.

El día de la crucifixión fue llamado de "preparación" o un día antes del sábado (Mateo 27:62; Marcos 15:42; Lucas 23:54; Juan 19:31). Ese día terminó a la puesta del sol según el cálculo bíblico (Levítico 23:32).

Jesús clamó a gran voz en la cruz poco después de "la hora novena", que corresponde a las tres de la tarde (ver Mateo 27:46-50: Marcos 15:34-37; Lucas 23:44-46).

Jesús fue enterrado antes de que ese día teminara: antes de la puesta del sol (Mateo 27:57; Lucas 23:52-54). Juan añade: "Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús" (Juan 19:42). De acuerdo con las leyes observadas por los judíos, todos los cadáveres tenían que ser sepultados antes de que comenzara un sábado o alguna otra fiesta solemne. Por eso Jesús fue enterrado antes del ocaso el mismo día que murió y, como ya leimos, su muerte había ocurrido poco después de las tres es de la tarde.

Por lo tanto, notemos cuidadosamente, ¡el cuerpo de Cristo fue enterrado a una hora avanzada de la tarde! Fue entre las tres pasado meridiano y la puesta del sol, como lo prueban estas escrituras. Y puesto que la resurrección había de ocurir tres días más tarde a la misma hora, la resurrección de Cristo ocurrió, no a la salida del sol sino en la tarde, poco antes del ocaso. Sorprendente como parezca, ¡ésta es la verdad pura de la Biblia!

Si Jesús resucitó a cualquier hora, entonces no permaneció tres días y tres noches en el sepulcro. Si resucitó a cualquier otra hora, dejó de cumplir la única senal que comprobara que Él era el Mesías, Hijo del Dios vivo. En otras palabras, o resucitó al final del día tercero, cerca de la puesta del sol, ¡o no fue el Mesías! La prueba de su mesiazgo dependía del fiel cumplimiento de esa señal.

Así pues, una tradición que por tanto tiempo ha sido estimada como auténtica, debe ser rechazada.

Pues Aquel Día de Reposo era de Gran Solemnidad

Ahora llegarnos a una objeción que algunos han presentado y, con todo, es precisamente el punto que prueba esta verdad. Tal vez usted haya observado que las Escrituras dicen que el día posterior a la crucifixión fue un sábado. Durante siglos muchas personas han supuesto, sin analizar con cuidado, que la crucifixión tuvo lugar un viernes.

Ya hemos demostrado con los cuatro Evangelios que al día de la crucifixión se le llamó "la preparación". Era el día de preparación para el sábado. Pero, ¿para cuál sábado'?

El Evangelio de Juan da la respuesta exacta: "Era la preparación de la pascua".

"Pues aquel día de reposo era de gran solemnidad" (Juan 19:14,31).

¿Que es un día de reposo o sábado "de gran solemnidad"? Si preguntamos a cualquier judío nos dirá que es uno de los días santos anuales, o sea, un día de fiesta. Cada año los israelitas observaban siete de estos días, los cuales son sábados o días de reposo. Cada uno de los sábados anuales tiene una fecha fija en el calendario sagrado, establecida por Dios. Por cuanto las fechas de estos días santos son fijas según el calendario sagrado, ocurren en diferentes días de la semana y en diferentes fechas según el calendario romano que usamos hoy. Por ejemplo, pueden caer en lunes, jueves, domingo, etc.

Si estudiamos los textos siguientes entenderemos que todos estos días se consideraban sábados o días de reposo: Levítico 16:31; 23:24, 26-32, 39.

Observemos lo que dice Mateo 26:2: "Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado". Si leemos todo este capitulo veremos que Cristo fue crucificado en el día de la Pascua.

¿Que era la Pascua? En el capítulo 12 del libro de Éxodo encontramos el relato de la Pascua original. El pueblo de Israel sacrificó los corderos y untó la sangre en los postes de las puertas y en los dinteles de sus casas como una señal; y dondequiera que la sangre fue aplicada de esta manera el ángel de la muerte pasó por alto aquella casa, salvándola de la plaga de mortandad. El día después de la Pascua hubo una convocación santa o sábado anual.

Observemos las fechas: "Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua del Eterno. Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne" (Números 28:16-17).

Los corderos pascuales sacrificados cada año el día 14 del primer mes, llamado abib, tipificaban a Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Cristo es nuestra Pascua, sacrificada por nosotros (1 Corintios 5:7).

¡Jesús fue ofrecido en sacrificio el mismo día en que el cordero pascual era inmolado cada año! Fue sacrificado el 14 de abib, el primer mes del calendario hebreo. Este día de la Pascua era el anterior o de preparacíon para la fiesta o gran sábado anual que ocurría el 15 de abib. Este sábado puede caer en cualquier día de la semana; frecuentemente sucede, aún hoy, que es observado en jueves. Este "gran" sábado fue observado un jueves en 1962, 1969, 1972, 1975, 1979, 1982 y 1996.

El calendario de los hebreos muestra que en el año en que Jesús fue crucificado, el 14 de abib, día de la Pascua, fue miércoles y que el sábado anual fue jueves. Era este el sábado que se acercaba cuando José de Arimatea se apresuró a enterrar el cuerpo de Jesús casi al finalizar aquella tarde del miércoles. ¡Hubo dos sábados diferentes en esa semana un sábado semanal y un sábado anual!

La Resurrección Ocurrió un Sábado en la Tarde

Ahora bien, ¿cuál día de la semana fue la resurrección? Las primeras investigadoras, Maria Magdalena y sus compañeras, vinieron al sepulcro muy temprano el primer día de la semana (el domingo), siendo todavía oscuro. Llegaron al alba cuando el sol comenzaba a rayar (Marcos 16:2; Lucas 24:1; Juan 20:1).

Estos son los textos que, según la mayoría de la gente, indican que la resurrección tuvo lugar el domingo por la mañana, a la salida del sol. Sin embargo, ¡no dicen tal cosa!

¡Cuando las mujeres llegaron la tumba ya estaba abierta! A esa hora de la mañana del domingo, estando aún oscuro, ¡Jesús no estaba allí! Notemos que el ángel dice: "No esta aquí, pues ha resucitado" (Mateo 28:5-6; Marcos 16:6; Lucas 24:6; Juan 20:1-2).

Cuando llego la alborada aquel domingo. ¡Jesús ya habia resucitado! ¡Por supuesto! Se levanto de la tumba la tarde anterior cerca de la puesta del sol.

Como sabemos que el entierro tuvo lugar en las horas postreras del miércoles, casi al anochecer, la conclusión lógica es que la resurrección de Cristo ocurrió el sábado por la tarde, ya bien entrada la tarde.

El sábado terminó a la puesta del sol. Era ya tarde aquel día, poco antes del principio del primer día de la semana. ¡No fue, entonces, una resurrección dominical sino sabática!

Prueba

Leamos en Mateo 28:6 el testimonio del ángel de Dios, el mismo que ahora presentarnos como prueba: "No está aquí, pues ha resucitado, como dijo". Ciertamente Él no resucito "como dijo" si no se levantó a la hora exacta que había predicho. Él permaneció tres y tres noches en "el corazón de la tierra". ¡Él fue resucitado el sábado por la tarde, no el domingo por la mañana!

Su muerte y sepultura fueron conforme a las Escrituras, no en oposición a ellas.

La Crucifixión Ocurrió un Miércoles

Jesús fue crucificado un miércoles o sea, a la mitad de la semana. Murió en la cruz poco después de las tres de la tarde y fue enterrado el mismo día antes de la puesta del sol. Ahora contemos los tres días y las tres noches. Su cuerpo estuvo en la tumba las noches del miércoles, jueves y viernes: tres noches. También estuvo allí durante las porciones diurnas del jueves, viernes y sábado: tres días. ¡Fue resucitado el sábado ya tarde, poco antes de la puesta del sol, precisamente a la misma hora a del día en que fue sepultado!

Recuerda,Dios te bendiga grandemente y adelante con JesuCristo…!!!.

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